Tratamiento con células madre

Tratamiento con células madre en ortopedia: regeneración y reparación

Los tratamientos con células madre ortopédicas aprovechan la capacidad de las células madre mesenquimales (MSC) para secretar factores de crecimiento y citocinas que promueven la reparación de tejidos dañados. En lugar de convertirse directamente en nuevo tejido, estas MSC actúan como “mensajeras” que estimulan a las células del entorno para regenerar cartílago, tendones, ligamentos y hueso.


¿Cómo se obtiene y prepara el material celular?

  1. Fuente de células
    • Médula ósea: se realiza una punción en cresta ilíaca, obteniendo un aspirado rico en MSC y factores de crecimiento.
    • Tejido adiposo: la liposucción suave extrae células del tejido graso, ofreciendo mayor rendimiento celular y menor malestar postobtención.
  2. Procesamiento
    • La muestra se centrifuga para separar y concentrar las MSC. A veces se añaden pasos de filtración o lavados estériles para eliminar detritos y glóbulos rojos.
    • El producto final es un concentrado de células madre listo para inyectar, generalmente autorizado bajo regulaciones locales de medicina regenerativa.
  3. Infiltración guiada
    • Bajo ecografía o fluoroscopia, el médico introduce la aguja hasta el sitio de la lesión (articulación, tendón o fractura).
    • La monitorización en tiempo real asegura que las células se depositen exactamente donde se necesitan, maximizando su efecto reparador.

Indicaciones clínicas y evidencia

Las MSC se han estudiado extensamente en diversas patologías musculoesqueléticas:

  • Osteoartritis: ensayos muestran que las inyecciones intraarticulares de MSC retrasan la progresión del daño cartilaginoso y reducen el dolor en rodilla y cadera hasta 12 meses.
  • Lesiones de tendones y ligamentos: en tendinopatías crónicas de Aquiles y manguito rotador, las MSC mejoran la curación del colágeno y la funcionalidad, con reducción significativa de síntomas a los 6 meses.
  • Fracturas óseas complejas: el uso de aspirado de médula ósea en reparaciones de fracturas dificulta la no unión ósea, aumentando la tasa de consolidación en casos difíciles.
  • Enfermedad degenerativa de columna: estudios preliminares en hernias discales cervicales y lumbares muestran mejoría del dolor y aumento de la hidratación del disco tras inyecciones intradiscales de MSC.

Si bien los resultados son prometedores, la calidad de algunos ensayos varía y se requieren más estudios multicéntricos para estandarizar protocolos y confirmar eficacia a largo plazo.


Ventajas y limitaciones

Ventajas

  • Autólogo: usando células del propio paciente, se minimiza el riesgo de rechazo o reacción inmunológica.
  • Mínima invasión: la extracción y la inyección se realizan de forma ambulatoria, con anestesia local y baja morbilidad.
  • Estimulación biológica: las MSC no solo regeneran tejidos, sino que modulan la inflamación y mejoran la vascularización local.

Limitaciones

  • Variabilidad en la preparación: diferentes centros usan protocolos de centrifugado y filtrado distintos, lo que afecta la concentración y viabilidad celular.
  • Regulación y cobertura: en muchos países estas terapias todavía no cuentan con aprobación plena de agencias regulatorias ni reembolso por seguros.
  • Evidencia emergente: aunque abundan estudios de fase I y II, faltan ensayos controlados de fase III con muestras grandes para establecer directrices claras.

Riesgos y cuidados posteriores

Las complicaciones son poco frecuentes (< 2 %):

  • Dolor o inflamación local en el punto de inyección.
  • Sangrado leve o hematomas en el sitio de obtención y administración.
  • Infección (muy rara si se siguen técnicas asépticas rigurosas).
  • Reacción inflamatoria aguda: de corta duración, parte del mecanismo de reparación celular.

Tras el procedimiento, se recomienda reposo relativo de 24–48 h y reiniciar de forma gradual los ejercicios de fisioterapia según indicación médica.


Protocolo de tratamiento

  1. Evaluación inicial: historia clínica, imágenes (resonancia o ecografía) y valoración de factores de riesgo.
  2. Sesiones: típicamente 1–2 infiltraciones, separadas 2–4 semanas, según la respuesta clínica.
  3. Rehabilitación: ejercicios de fortalecimiento y estiramiento supervisados por fisioterapia para potenciar la regeneración.
  4. Seguimiento: controles clínicos y por imagen a los 3, 6 y 12 meses para valorar evolución y decidir posibles dosis adicionales.

El tratamiento con células madre en ortopedia ofrece una alternativa biológica para regenerar y reparar tejidos musculoesqueléticos dañados, con mínimas complicaciones y sin recurrir a la cirugía abierta. No obstante, su aplicación debe basarse en evidencia clínica sólida y en protocolos estandarizados. Para saber si esta terapia es adecuada para ti y diseñar un plan de acción personalizado, agenda tu consulta con el Dr. Luis Armando Lares. Con su experiencia en medicina regenerativa, recibirás una evaluación detallada y un tratamiento optimizado para tu pronta recuperación.